La marca ha evolucionado para dotar a a este SUV de un abanico interminable de opciones y elegancia a raudales
Redacción. Los Angeles
Jeep suele ser sinónimo de aventura, de carreteras secundarias, de la experiencia de viajar sin mangas, de dejarse sacudir por el viento. De lujo, no tanto. Por eso llama la atención la evolución que ha experimentado la marca en manos de Stellantis, con modelos como el Grand Cherokee Limited 2022. A simple vista parece un modelo distinguido, pero hasta ahí. Una vez que se abre la puerta del conductor, el mundo cambia. El lujo es indiscutible.
Si sigue siendo cierto aquella de que la primera impresión es la que cuenta, en el caso de del Grand Cherokee es contundente. Asientos de cuero beige, remates de madera lacada, una pantalla táctil generosa dominando la escena, un equipo de música marca Alpine y un techo de cristal recorriendo las dos filas de asientos. Y es solo el comienzo.
Casi todo es automático y controlado por un despliegue generoso de tecnología. Hay tantas opciones que cuesta acostumbrarse. Los asientos se pueden calentar o enfriar al gusto, además de los controles de temperatura o la posición de las sillas, tan amplias como las de un salón de casa. Es la
cabina del conductor más amplia que recuerdo en un modelo de sus características.
La pantalla táctil de 10.1 pulgadas es compatible con Android Auto inalámbrico y Apple CarPlay, una opción que ayuda a empatizar de inmediato con el vehículo. Se bajan los contactos en cuestión de segundos y los mensajes de Whatsapp aparecen en el centro del tablero. Justo debajo están los controles de clima, la palanca de cambios giratoria y los interruptores de suspensión neumática, y estos controles de aspecto personalizado tienen una sensación satisfactoria.
El sistema Uconnect 5 tiene controles que apelan a la lógica, fáciles de usar, y con capacidad de respuesta adecuada, aunque se necesita tiempo para dominar la riqueza de la capacidad de personalización incorporada. Lo que no es difícil de entender es el increíble sistema de sonido, que ofrece 950 vatios de sonido impecable a través de 19 altavoces repartidos por la cabina y se completa con los medidores de salida azul danzante característicos de la marca.
Sorprende además que, pese a ser un modelo de gran tamaño, tiene una respuesta sólida de salida. La aceleración convence, aunque el ruido del motor en ciertas fases entre 0 y 60 millas por hora es mejorable, como si le costara. Su motor: el ya familiar 3.6 litros V6 con 293 caballos de potencia. Y el precio de salida, 45,710 dólares, que sube hasta los 52.885 dólares en el modelo que probamos. Asequible dentro de que está
abonado al lujo. El Jeep Grand Cherokee es un vehículo de categoría.