Un vehículo eléctrico puede ayudarlo a ahorrar dinero a través de menores costos de mantenimiento y combustible, al tiempo que reduce la cantidad de emisiones contaminantes
Fuente: Brandpoint
Editado por: Fran de León
Una de las resoluciones más mencionadas en las celebraciones del Año Nuevo son respecto a cómo mejorar las finanzas, aunque también el hecho de ayudar a mejorar el medio ambiente se ha convertido en una de las más populares.
Si bien hay muchas formas de lograr estos dos objetivos por separado, cambiar a un vehículo eléctrico (EV) puede ser una forma sencilla de ayudarlo a lograr ambos.
Un vehículo eléctrico puede ayudarlo a ahorrar dinero a través de menores costos de mantenimiento y combustible, al tiempo que reduce la cantidad de emisiones del tubo de escape. Aquí encontrará más información sobre cómo conducir un auto eléctrico puede acercarlo a mantener estas dos importantes resoluciones:
Los vehículos eléctricos ahorran dinero
Los vehículos eléctricos generalmente implican menores costos de mantenimiento y combustible. Según Energy.gov, los vehículos eléctricos de batería de servicio liviano son generalmente más baratos de mantener que los vehículos tradicionales que funcionan con gasolina. Además, el Laboratorio Nacional de Energía Renovable estima que los conductores de vehículos eléctricos pueden ahorrar hasta $10,500 en costos de combustible durante un período de tiempo de 15 años en comparación con un vehículo de gasolina.
Los coches eléctricos también le ayudan a ahorrar gracias a una transmisión más eficiente. Las baterías de los vehículos eléctricos pueden durar de 12 a 15 años en climas moderados, y el sistema de propulsión de un automóvil eléctrico no pierde tanta energía como el motor de un automóvil de gasolina tradicional. Esto significa que un vehículo eléctrico puede ahorrarle más dinero a largo plazo.
Cuando se tiene en cuenta la eficiencia energética mejorada y los costos de mantenimiento reducidos (como la falta de cambios de aceite), la conducción eléctrica puede ahorrarle miles de dólares durante la vida útil del vehículo (la vida útil promedio del vehículo es de 12 años). Según Consumer Reports, esos ahorros pueden oscilar entre $6,000 y $10,000.
Si está buscando comprar un vehículo eléctrico, es posible que pueda ahorrar aún más a través de créditos fiscales federales de hasta $7,500. Algunos gobiernos estatales y locales también pueden ofrecer incentivos adicionales.
Los vehículos eléctricos apoyan un estilo de vida sostenible
Si está buscando formas sencillas de llevar un estilo de vida menos intensivo en carbono, conducir un vehículo eléctrico es una excelente opción, ya que generalmente emiten niveles más bajos de gases de efecto invernadero que el promedio de un automóvil nuevo a gasolina.
¿Cuántas menos emisiones generan los vehículos eléctricos? Según el Departamento de Energía de EE. UU., los vehículos eléctricos producen un promedio de 3700 libras de emisiones equivalentes de CO2 por año, en comparación con más de 11,400 libras de emisiones equivalentes de CO2 promedio de los vehículos a gasolina. Eso es mu-cho CO2 que no terminará en el aire si conduce eléctrico.
Los vehículos eléctricos vienen con el beneficio de la carga flexible
Una vez que tome la decisión de cambiar a un EV, tendrá el beneficio de opciones de carga flexibles para mantener su automóvil en funcionamiento.
Según el Laboratorio Nacional de Energía Renovable, más del 80% de la carga de vehículos eléctricos se realiza en el hogar, y lo más probable es que el equipode carga residencial se pueda instalar en su garaje. Más allá del hogar, las opciones de estaciones de carga de vehículos eléctricos públicos también están creciendo rápidamente, con un fuerte apoyo de los responsables políticos, las empresas y los consumidores.
Electrify America, la red pública más grande del país de estaciones de carga de vehículos eléctricos ultrarrápidos, ofrece opciones de carga a lo largo de las rutas de las autopistas y en las áreas metropolitanas, y en muchos lugares que visita con regularidad: junto a restaurantes, cerca de tiendas de comestibles, en los principales minoristas y centros comerciales, cerca a tiendas de conveniencia y estaciones de servicio, incluso cerca de servicios financieros como bancos.